La adolescencia puede ser un periodo de prueba tanto para la gente que la sufre como para quienes viven con ellos, el hogar no debe convertirse en un campo de batalla si los padres y los hijos hacen un esfuerzo especial por entenderse unos a otros.
Las siguientes pautas podrían ayudar: • Brinde a su hijo la atención cuando éste quiera hablar.
• Oiga calmadamente y concéntrese en escuchar y entender el punto de vista de su adolescente.
• Hable a su hijo tan cortés y placenteramente como lo haría con un extraño.
• Trate de entender los sentimientos de su hij@ aún si usted no aprueba su conducta. Trate de no juzgarlos.
• Mantenga la puerta abierta para cualquier tema. Sea un padre.
• Evite lastimar y humillar a su hij@ y reírse de lo que para usted puedan parecer frases o preguntas inocentes o tontas.
• Anime a los adolescentes a “probar” nuevas ideas y opiniones en la conversación, no juzgándolas, sino, en lugar de ello, ofrezca sus propias opiniones lo mas sencilla y honestamente posible.
• Ayude a los adolescentes a construir su propia autoconfianza al animar su participación en actividades del agrado de ellos (no del suyo).
• Haga un esfuerzo por alabar a su joven frecuente y apropiadamente.
• Anime a su hijo a participar en la toma de decisiones familiares y a trabajar con usted en los propósitos de la familia.
• Entienda que los adolescentes necesitan expresar sus opiniones y su forma de hacer las cosas para conseguir separarse de usted, lo que es esencial para formar su propia identidad adulta.
La comunicación entre padres e hijos adolescentes puede fluir mas naturalmente cuando ambos están comprometidos en el propósito de compartir. | 
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